¿Tus joyas de oro no brillan como el primer día? ¡Que no cunda el pánico! Si no sabes por dónde empezar para que tus objetos de oro luzcan como nuevos, nuestros profesionales del sector compro oro en Bilbao, Casco Viejo, te dan algunas claves de limpieza atendiendo al tipo de metal y composición de la joya. ¡Empezamos!
Pureza y aleación del metal: ¿cómo influyen en el método de limpieza?
La aleación del metal marcará sin duda la diferencia entre una técnica de limpieza u otra. Al fin y al cabo, no se puede tratar del mismo modo una joya de oro rojo (o lo que es lo mismo, cobre), que otra de oro amarillo.
Además, la pureza también juega un papel determinante en el modo y frecuencia con que se llevan a cabo las limpiezas de la joya. Un ejemplo claro lo encontramos en el oro de 18 quilates, el metal más empleado en joyería dado que apenas necesita cuidados y rara vez ennegrecerá.
Tipos de oro y precauciones a la hora de limpiarlos
A continuación, te revelamos los tipos de oro más comunes en joyería y cómo debes tratar cada pieza en las sesiones de limpieza.
Oro amarillo
El oro amarillo es la variedad en la que todos pensamos cuando se nos viene a la cabeza una joya de las tiendas compro oro en Bilbao, Casco Viejo. Para limpiarlo adecuadamente, ayúdate de un paño mojado con agua y amoniaco.
Oro blanco
El oro blanco es el resultado de una aleación de metales donde, además del oro puro, están presentes el paladio, el níquel, el platino y el rodio (este último componente es el que da ese característico efecto espejo a la joya).
Si la pieza es lisa, sin engarzados ni recovecos, tan solo necesitarás pasta de dientes y un cepillo suave para pulir la pieza y que luzca como el primer día. Acto seguido aclárala con agua. Y, lo más importante: no olvides que si pierde su brillo con el paso del tiempo, deberás llevarla a una joyería o profesional de compro oro en Bilbao, Casco Viejo, pues la capa de rodio se puede haber desgastado.
Oro rojo
El oro rojo, popularmente conocido como bronce, tiene un precioso color cálido que, con el paso del tiempo, se ennegrece, produciendo una pátina verdosa muy antiestética. Para devolverle ese rojo vibrante a la joya, es imprescindible limpiar el cobre regularmente con agua y jabón, con la prevención final de secar y pulir.
Cuando aparezcan manchas oscuras, has de recurrir a limpiadores más contundentes como el limón o el vinagre. Únicamente será imprescindible que utilices químicos (por ejemplo, ácido sulfámico) cuando veas manchas verdosas en la superficie.
Oro rosa
El “culpable” del tono rosado que presentan algunas joyas es el porcentaje de cobre que contienen. Por tanto, puedes limpiarlo como cualquier otra pieza de oro. ¡Eso sí! Deberás tomar ciertas precauciones para no deteriorar el color, así que evita los limpiadores químicos. En su lugar, emplea agua, jabón y, para un acabado perfecto, enjuaga la pieza con vinagre.
Desde Oro Bilbao, nuestros especialistas te dan todas las claves para que tus joyas se mantengan brillantes y cuidadas como el primer día. ¡Ven a visitarnos!