«Plata de ley». Seguro que en innumerables ocasiones has oído hablar de esta expresión pero no tienes claro lo que implica realmente. Pues bien: nuestros especialistas en compra de oro en Bilbao lo explican al detalle. Así que presta atención a las siguientes líneas, donde arrojaremos luz sobre este tema tan relevante en el ámbito de la joyería y los metales preciosos.
Plata de ley: la estrella de la joyería
La plata de ley es aquella que contiene una cantidad mínima de plata, según lo establecido por la Ley 17/1985 sobre Objetos Fabricados con Metales Preciosos en España. Esta legislación clasifica la plata de ley en diferentes categorías según su presencia en milésimas dentro de su composición, y las más comunes son las siguientes:
- Plata de ley 999: Esta categoría representa la más alta pureza de plata en términos prácticos. Con un contenido casi íntegro de plata, es poco común en la joyería y se utiliza principalmente en aplicaciones numismáticas o industriales.
- Plata de ley 925: También conocida como plata esterlina, esta es la opción más popular y ampliamente utilizada en la joyería. Se compone de una aleación que consiste en un 92,5% de plata pura y un 7,5% de otro metal, generalmente cobre. El número «925» proviene de la fracción decimal que representa esta proporción. Es decir, de cada mil partes de la aleación, 925 son plata pura. Esta clase de plata de ley es altamente valorada por su equilibrio entre calidad, durabilidad y asequibilidad, haciéndola una opción preferida tanto para joyeros como para consumidores.
- Plata de ley 800: Con un menor contenido de plata en comparación con la plata de ley 925, esta categoría se utiliza principalmente en aplicaciones industriales.
Sello 925: claves que debes conocer
Ahora bien, ¿por qué se emplea específicamente el número «925» para identificar la plata de ley?
Esta cifra ha sido estandarizada internacionalmente como un indicador de calidad en la industria de la joyería. Por tanto, el sello «925» en una pieza de plata es garantía de su autenticidad y calidad, proporcionando a los compradores una medida confiable de la pureza del metal.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que la ausencia del sello «925» no necesariamente indica que una joya no sea auténtica. Por esta razón, siempre es recomendable buscar asesoramiento de expertos en joyería y metales preciosos, como los profesionales de Oro Bilbao, quienes pueden proporcionar una evaluación precisa y confiable de la autenticidad de una pieza.
En conclusión, la plata de ley 925 es una elección popular y confiable para joyería debido a su alta calidad, durabilidad y valor intrínseco. Con este conocimiento en mente, puedes comprar con confianza, sabiendo que estás adquiriendo una pieza de valor y autenticidad indiscutibles.
¿Te quedan dudas sobre la autenticidad de una joya de plata? Nuestros profesionales pueden proporcionarte una evaluación precisa y confiable del valor real de la pieza que te interese. ¡Ven a visitarnos!